jueves, 9 de agosto de 2012

Julio el del 8

Julio el del ocho es un borracho y un peresoso, jamas viste lino y mucho menos pantalon corto. Le gusta la carne, el banano y el arroz con pollo; los boleros, john lenon y Yoko ono. Y como no, el frio del polo, que loco, yo mas bien me pongo mosco porque el que se descuida se queda pegado, como un moco en un coco que crece en las playas del trópico, aquí no mas, a ocho horas en carro; préndalo que yo me monto y pregúntele a cachetes que si quiere ir. Que ella no anda por aqui? Donde estas que no te veo, ni te escucho, sera porque otra vez me estoy volviendo cachucho? y es por la falta de un polvo, esto es obvio. La cosa es que no quiero solo esto, tambien quiero agua y sombra cuando el sol asoma al medio dia en la ciudad de Honda, que reposa bajo un cielo jamasmente nublado y p'acabar de ajustar todas las tiendas cerradas pa' uno tomarse un fresquito helado, y sin canillas porque las prohibieron, permitidas solo dentro de las casas que arden como un horno prendido a un monton de grados celcius. 

Y asi voy, una hora a la vez, nadando como un pez en esta aguita que está tan cálida, que bien, que bien que gracias a que no hay de esto ni de lo otro tengo pa' mi tanto tiempo, que bien que vivo en un edificio de siete pisos, por ende no hay ocho ni Julio tampoco, y casi nunca hace frío.