jueves, 9 de abril de 2009

Dreaming under a purple sky

Que hubo pues laurilla, que maravilla verla a usté por estos lares. Donde andabas que estabas tan perdida? En el amor, no hace falta que me lo digas. Yo se como es esa vuelta bombón, cuando tu mundo empieza a girar alrededor de un guevón (el guevón soy yo, y cuando eso el mundo era de papel maché).

Y el nuevo guevón? Ya es un viejo guevón como yo? El amor es así, pero así también es bueno, que vaya y venga pero eso si, que terminemos como hermanos. Porquiosinó lo que creíamos que era amor resultó siendo un chiste malo, no muy malo, porque esos también son charros. Mejor dicho un chiste contado por mi, que así sea flojo o apretado impongo un silencio incómodo sobre todos los que están a mi lado (flojo o apretado, ese estuvo bueno, no? Lo contrario de flojo... reíte laura reíte). Entonces quedamos en que el amor viene pero nunca se va, y cuando llega... Como lo que siento yo por vos laura villa, que te quiero para siempre en mi vida, como una novia o como una hermana, como esa gente que de verdad se quiere, FAMILIA, que llaman.

Yo aquí ando perdido también, y en donde más que en el amor? No sabés lo que me da cuando me miran esos ojos, que son gigantes y hermosos. Y cuando canta con Helena, ahí si que nos perdemos en un bosque lleno de árboles morados, con casitas porai regadas, cada una con su huertica; con caminos que las tejen como la tela de una araña, iluminados por antorchas cuando la luna se esconde. Quien quiere vivir conmigo en el bosque?

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